Adrenalina y caballos

No, aquí no quiero escribir sobre la adrenalina que se siente montar un animal con tanta fuerza como el caballo, lo haré en otra ocasión, ya que soy vicia a ese sentimiento. Más bien aquí quiero escribir sobre la adrenalina en relación  al comportamiento del caballo durante el aprendizaje.

Hace poco leí un texto por alguien del equipo de Monty Roberts (Monty es uno de mis ídolos en el mundo del caballo); así que les traduciré un párrafo que me quedó dando vueltas en la cabeza, ya que me pareció tan lógico, y sin embargo muchas veces no lo tenemos presente:

 “… Nosotros creemos que cuando la adrenalina está arriba, el aprendizaje está abajo. Y cuando la adrenalina está abajo, el aprendizaje está arriba.

Nosotros creemos en el proceso de entrenamiento llamado Join-up (que significa únete), descubierto por Monty Roberts quien dice que para entablar una relación exitosa, el caballo se basa en la confianza y el relajamiento para poder aprender y estar receptivo (unido) a las peticiones del jinete”.

Extrapolando esto a un ejemplo “humano”, cómo es posible exigirle a un niño aprender la tabla del 4 cuando el niño está con la adrenalina arriba, es decir ansioso, no para de moverse y está distraído. A comparación de un niño que está tranquilo, atento, relajado, receptivo. Es claro cuál de los dos niños tiene más probabilidades y facilidades de aprender. 

Generalmente, cuando montamos buscamos “acelerar” al caballo, traerlo enérgico, brioso o sea como diría nuestro amigo Monty, con la adrenalina arriba es incompatible con enseñarle algo.

Y no me malinterpreten: a mi me encantan los caballos enérgicos, esos que hasta dan un poco de miedo subir. Pero creo que lo enérgico es bueno para una competencia o exhibición y no para cuando uno trata de enseñar algo al caballo.

 Si no sabemos encender y apagar el botón para que el caballo traiga la adrenalina arriba o abajo, entonces, desde mi punto de vista, no lo estamos educando bien. 

 Solemos ver muchos caballos que siempre están con la adrenalina arriba y se ven espectaculares, pero, en realidad, son “caballos problema” que siempre están bajo mucho estrés y por eso son difíciles de manejar.

 Hay que crear situaciones que faciliten el aprendizaje al caballo, no situaciones que compliquen y dificulten la comunicación y relación entre jinete y caballo.

 ¿O ustedes qué piensan?

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