Sentir al caballo
Llegar a sentir al caballo es un sexto sentido que escasea entre los jinetes. Tener esa sensibilidad de sentir al caballo cuando se monta, cuándo se trabaja y solo con verlo es una habilidad que pocos la alcanzamos a desarrollar.
Los caballos tienen un lenguaje puro, su comunicación es franca. No se preocupan por el qué dirán, ni tampoco dicen “si” cuando realmente se refieren a un “no”. Su comunicación es con el corazón no con la razón.
Las palabras del caballo no solo están en los sonidos que pueden emitir. Sus palabras también están camuflajeadas en sus movimientos corporales, un movimiento de oreja, sacudir la cola, tensionar los músculos, mirar hacia otro lado, bajar la cabeza, suspirar, entre otros, es la manera en que ellos se expresan.
Sentir un caballo involucra mucha humildad departe del jinete. Un error grandísimo es tratar de imponer nuestro lenguaje o nuestros objetivos. Ellos son un libro abierto, siempre se muestran de acorde a aquello que realmente quieren transmitir. Y en el lado opuesto nos encontramos los humanos, siempre escondiendo nuestros sentimientos, mostrando inseguridad, indecisos en las acciones. Es porque el jinete tiene que dejar de imponer lo falso y irrespetuoso que es nuestro lenguaje para ellos.
Si el jinete no se desnuda ante el caballo sin perjuicios, sin temores, siendo congruente en sus sentimientos y actos, no llegará a sentir y entender lo que el caballo le esta transmitiendo, y por ende no logrará una comunicación de forma fluida.
Como dicen por ahí “ver es creer, pero sentir es estar seguro”. Un claro ejemplo de esta frase es que hay jinetes que conocen mucho sobre los caballos, te pueden explicar todos los movimientos y comportamientos, pero no lo sienten. Y esta falta de sentir se percibe en el momento que estos jinetes están en contacto con los caballos. No se percibe esa relación pura, esa comunicación efectiva y mucho menos alegría.
Luis Ramos-Paul escribió su libro con un titulo muy de acorde con este tema “Sentir Ecuestre” habla del caballo Andaluz y su doma, pero es un libro que recomendaría a cualquier amante del caballo, sea cual sea la raza de su interés. “Sentir Ecuestre” no solo habla del sentir de la doma y del caballo, también del sentir ser maestro, sentir ser alumno y ser jinete. Es un libro con muchos consejos, pensamientos y reflexiones sobre nuestra persona y el mundo ecuestre.
En la actualidad existen muchos shows y entrenadores que demuestran su gran comunicación y sentir por el caballo. Sus presentaciones son espectaculares y mágicas. Les nombro algunos de ellos y los invito a buscarlos por Youtube; Lorenzo the Flying Horsman, Pat Parelli, Clémence Faivre, Tommie Turvey.
Aquellos que hacen de lo extremadamente difícil verse sencillo han conquistado el triunfo.
