Caballos en tiempos del COVID

En primer lugar, afortunadamente, gracias a la naturaleza del caballo, él no se ve directamente afectado por el virus!

Otra buena noticia es que lasa personas (caballerangos, mozos y otros) que suelen trabajar al pendiente del mantenimiento del caballo, por lo general viven ahí mismo donde trabajan, sea el rancho, en la cuadra, criadero o centro ecuestre. Todos realizan sus tareas en espacios abiertos donde no tienen contacto con mucha gente y donde es fácil mantener “Susana” distancia.  Por esto, la mayoría de empleados que se encargan del mantenimiento del caballo siguieron activos.

He llegado a pensar que la situación debe haber beneficiado a muchos caballos, ya que sus  propietarios buscaron como soltarlos en potreros para evitar el gasto de tenerlos estabulados, pues muchos lugares se cerraron o limitaron su acceso. Así que los caballos tuvieron un respiro, sobretodo los caballos de alto rendimiento, que vivien presionados por los humanos para lograr cada día más y más.

Sin embargo, es importante cuidar que no se alarguen demasiado esas vacaciones y recuerden que caballo estabulado como mínimo debe salir de su caballeriza y ejercitarse una hora al día ya sea suelto o a la cuerda.

caballos_sueltos

 Pero el coronavirus sí daño la industria ecuestre por el golpe económico generado al suspender las actividades que reportan ingresos. Todos sabemos que el caballo cada vez deja de ser una herramienta de trabajo para convertirse en un lujo deportivo. Es bien sabido que los deportes existen y se mantienen gracias a los eventos y competencias. Así que aquí es donde pega el COVID-19  ya que estos eventos se suspendieron por completo o se tuvieron que llevar a cabo sin público.

Quizás en el mundo del caballo no lo notamos en el día a día, donde todos los que lo vivimos nos parece tan normal, pero con esta situación se vuelve más obvio que los eventos ecuestres son los que mantienen la economía equina, participemos o no en esos eventos. 

Si nos ponemos a pensar, nos daremos cuenta que alrededor del 80% de las personas compran un caballo para poderlo competir en algún momento en alguna disciplina.  Al hacerlo, mantienen indirectamente a profesionistas como veterinarios, dentistas, arrendadores, caballerangos, herreros y entrenadores. También a productores agrícolas que producen el alimento para los caballos. Igualmente a farmacéuticas con los medicamentos y suplementos que requieren en el transcurso de su vida. Otras empresas también relacionadas son las comercializadoras de productos ecuestres; equipo para el caballo y para su jinete o presentadores. Y si nos queremos ir más allá, se está manteniendo a todas las personas que en eventos ponen puestos de comida y bebidas que consume la gente que va a expos, eventos y competencias. Seguramente me faltó enlistar otros negocios como hípicos y lugares que no son privados y se mantienen funcionando ofreciendo clases. Y esas clases justamente son ¿para qué? para que aprendas y puedas competir en un evento!

Así que al momento de suspender esos eventos queramos o no, se baja drásticamente el ingreso de todas estas áreas, ciertos rubros solo tuvieron una baja de sus ingresos mientras que otros los perdieron completamente.

¿Y qué pasara si esta situación continúa así más tiempo?

Ya vimos que el crecimiento de cursos en linea empezó a surgir y crecer rápidamente, eventos como el Rodeo fue transmitido en vivo ya que no podían tener público. ¿Qué otras prácticas empezarán a desarrollarse por esta situación. 

Honestamente yo creo que sí vamos a volver a algo muy parecido a la normalidad que conocíamos, pero seguramente se va a empezar una nueva etapa en el mundo del caballo en México, en nuestro país que aunque no está tan avanzado en la organización como en otras partes, existe en los mexicanos la fuerte pasión y compromiso con los caballos y seguramente encontramos soluciones, donde definitivamente los medios digitales jugarán un papel más importante del que ya son.

Anterior
Anterior

Rancho del Sol Dorado

Siguiente
Siguiente

Sentir al caballo